¿El multitasking te hace más eficiente?
Nos hemos acostumbrado cada vez más al multitasking porque creemos que nos ayuda a abarcar más y que de esta forma, somos más eficientes y efectivos. Por ejemplo, ¿alguna vez has hecho alguna de estas cosas?
- Hablar por teléfono mientras escribes un correo
- Ver un video en YouTube mientras preparas una presentación
- Escribir un whatsapp mientras tu pareja te está hablando
- Borrar mensajes de spam durante una reunión de trabajo
Mas aún, muchas empresas activamente anuncian puestos de trabajos buscando candidatos que sean buenos para el multitasking.
En otras palabras, el multitasking se ha convertido en un símbolo de productividad y eficiencia.
Sin embargo, hay un grave problema detrás de todo esto: Estudio tras estudio ha encontrado que el multitasking es una forma ineficiente de trabajar, que reduce la calidad del desempeño, aumenta los errores e incrementa el tiempo para completar una actividad.
Desde un punto de vista neuronal, podemos realizar con efectividad dos actividades al mismo tiempo sólo si se cumplen dos condiciones:
- Al menos una de las tareas, la puedes hacer de forma automática. Es decir, no te necesitas concentrar o pensar para realizar dicha actividad como cuando caminas o comes
- Dichas tareas involucran diferentes tipos de procesamiento cerebral.
Por ejemplo, puedes leer perfectamente bien mientras escuchas música clásica porque la comprensión de lectura y el procesamiento de música instrumental involucran diferentes partes del cerebro.
Sin embargo, si la música incluye letras, tu capacidad para retener información de lo que estás leyendo disminuye significativamente, debido a que ambas actividades activan y requieren del centro del lenguaje en el cerebro.
Numerosas investigaciones científicas han demostrado que el multitasking nos hace más ineficientes. Por ejemplo, un estudio encontró que los participantes que completaron dos tareas al mismo tiempo les tomó hasta un 30% más de tiempo y cometieron el doble de errores que los participantes que completaron las mismas tareas, una tras otra.
Más aún, de acuerdo a un estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), investigadores de la Universidad de Stanford encontraron que las personas que constantemente se enfocan en dos o más actividades al mismo tiempo “cometieron más errores, fueron capaces de recordar menos elementos y tardaron más tiempo en completar una variedad de tareas que requieren de enfoque” en comparación a aquellos que no trabajan de esta forma.
¿Por qué el multitasking nos hace más ineficientes? La razón es simple: nuestro cerebro está configurado para enfocarse en una sola cosa a la vez. Por ejemplo, cuando estás escribiendo un mensaje de texto al mismo tiempo que otra persona te está hablando, en realidad lo que estás haciendo es poner tu atención en escribir el mensaje durante fracciones de segundo y luego cambias tu atención a escuchar a la otra persona por fracciones de segundo, y así sucesivamente.
En otras palabras, el multitasking es un mito. Lo que hacemos más bien es “shift-tasking”, es decir, cambiamos constantemente de una actividad a otra.
Esto hace que el cerebro trabaje a marchas forzadas. Cuando nos tratamos de enfocar en dos o más cosas a la vez, el cerebro tiene que estar activando y desactivando constantemente las reglas cognitivas necesarias para poder realizar cada actividad. Esto es lo que ocasiona que el multitasking nos tome más tiempo para completar una determinada actividad.
Con el multitasking es mayor la propensión a hacer errores también. La constante distracción de una actividad a otra interrumpe el tren de pensamiento necesario para completar adecuadamente cada una. Como nuestra atención no está enfocada en una sola actividad sino en dos o más, esa atención dispersa trae como resultado una menor productividad.
El tratar de enfocarnos en dos o más cosas a la vez es agotador también. Tareas como organizar, planificar, tomar decisiones e interpretar y sintetizar información requieren de energía por parte de la corteza prefrontal. Si a esto le sumamos el gasto adicional de energía que implica el constante cambio de reglas cognitivas, es fácil entender porqué el multitasking deja agotada la corteza prefrontal.
Más aún, el multitasking es estresante. En varios estudios se ha encontrado que las personas a las que se les pide que realicen múltiples tareas a la vez muestran niveles más altos de cortisol y adrenalina. Asimismo, las personas que regularmente trabajan usando el multitasking tienen una mayor propensión a ansiedad, miedo y a sentirse “fuera de control”.
Cuando tratamos de enfocarnos en dos o más cosas al mismo tiempo, esto también afecta nuestras relaciones interpersonales. Considera este escenario: Si tu jefe está escribiendo un correo mientras intentas discutir con él un asunto importante, ¿te sientes escuchado o respetado? Evidentemente no, ¿verdad?
Por último, el multitasking es lo peor que puedes hacer en términos de tu capacidad de atención. El multitasking "fragmenta" tu capacidad de enfoque, es decir, reduce tu capacidad para poner atención de forma sostenida en una sola cosa.
Entonces, si el multitasking no es la respuesta para un desempeño efectivo, ¿cuál es?
Para ser lo más eficiente y efectivo posible, es fundamental que te enfoques en una sola cosa a la vez. No puedes realizar operaciones mentales complejas tales como tomar buenas decisiones, resolver problemas y planear adecuadamente si tu mente no está totalmente enfocada.
Si deseas cumplir con lo que tienes que hacer de la forma más eficiente y rápida posible, enfócate completamente en una de ellas, tómate un pequeño descanso después de un rato, luego concéntrate con toda tu atención en la siguiente actividad y así sucesivamente.
Cuando te concentras en hacer una cosa a la vez, esto te trae un beneficio adicional. Hay una mayor sensación de calma y sentido de control en ti cuando pones toda tu atención en una sola actividad, y luego en la siguiente.
Ciertamente esto requiere de autodisciplina y si te has acostumbrado a enfocarte en dos o más cosas a la vez, puede ser que te tome un poco de tiempo cambiar este hábito. Pero en la medida en que conscientemente reduzcas el multitasking, notarás que tu productividad se incrementa, te vuelves más eficiente y trabajas con menos estrés.
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