¿Mindfulness ayuda a frenar el envejecimiento celular?
Hay evidencia científica que indica que la práctica regular de mindfulness puede ayudar a frenar el envejecimiento natural de las células en el cuerpo.
Para entender porqué, tenemos que hablar sobre ciertos conceptos en materia de genética.
Los cromosomas son las estructuras en el interior de la célula que contienen la información genética. Cada cromosoma está formado por una molécula de ácido desoxirribonucleico (ADN), asociada a ácido ribonucleico (ARN) y proteínas.
Los telómeros son los extremos de los cromosomas. En la imagen a continuación, los telómeros se pueden apreciar de color blanco.
Fuente: Hesed Padilla-Nash and Thomas Ried, National Cancer Institute, National Institutes of Health.
Los telómeros se encargan de mantener la estabilidad estructural de los cromosomas. Su función se ha comparado con el plástico que tienen los extremos de las agujetas. Gracias a este plástico, las agujetas no se deshilan. De la misma forma, los telómeros ayudan a evitar que el ADN no se degrade.
Un telómero sano y largo permite que la célula se divida y actualice constantemente. En contraste, un telómero dañado o demasiado corto dificulta la reproducción celular, lo cual trae como consecuencia el desgaste y envejecimiento de la célula.
Normalmente los telómeros se acortan en cada proceso de división celular. Sin embargo, se ha encontrado que ciertos factores externos pueden acortar el tamaño del telómero también. Entre otras cosas, se ha encontrado que el estrés crónico y enfermedades reducen la longitud de estas capas protectoras.
Por ejemplo, en un estudio realizado en 2004 por investigadoras de la Universidad de California, Elissa Epel y Elizabeth Blackburn, se comparó la longitud de los telómeros en madres que estaban cuidando a niños con enfermedades crónicas, con la longitud de los telómeros en madres de niños sanos.
Es bien sabido que cuidar a un familiar con una enfermedad crónica es altamente estresante. Los investigadores querían determinar el efecto del estrés en las madres involucradas.
Los resultados del estudio fueron significativos: las madres estresadas tenían telómeros más cortos, que equivalían a 10 años más que las mujeres que no estaban tan estresadas.
El estudio también encontró una disminución importante en la actividad de la telomerasa. La telomerasa es una enzima vital que evita el acortamiento de los telómeros y que ayuda a las células de nuestro cuerpo a vivir por un período de tiempo más prolongado.
(Por el extenso trabajo que ha realizado sobre los telómeros y la telomerasa, la Dra. Elizabeth Blackburn fue galardonada con el Premio Nobel en Medicina en 2009.)
En otro estudio, publicado en 2013, Elizabeth Hoge, profesora de psiquiatría en la Escuela de Medicina de Harvard, llevó a cabo un estudio en el que comparó la longitud de los telómeros en practicantes experimentados en meditación con la de no meditadores.
Los resultados revelaron que los participantes con más años de práctica de meditación en general tenían una longitud más larga de los telómeros.
En otro estudio, investigadores descubrieron que los participantes que tenían extensa práctica de meditación Zen tenían telómeros 10 por ciento más largos, en comparación a personas de edad y estilo de vida similares pero que nunca habían meditado.
Si bien estos resultados indican que hay una relación positiva entre la meditación y el tamaño de los telómeros, otros estudios no encontraron diferencias significativas. Por ejemplo, un estudio entre sobrevivientes de cancer de mama concluyó que la duración de los telómeros no cambió después de haber tomado un curso de mindfulness.
Si bien la evidencia no es aún concluyente, muchos científicos se sienten optimistas sobre los efectos positivos de la meditación con respecto al envejecimiento celular.
Por un lado, se ha comprobado que el estrés crónico es un factor que contribuye al deterioro de los telómeros. Por otro, se ha comprobado en más de 50 estudios científicos que la práctica de mindfulness ayuda a reducir de forma duradera los síntomas físicos y emocionales del estrés. Asimismo, entre más años tiene una persona de practicar mindfulness, menor es su nivel general de estrés. Por ello, tal vez sea una cuestión de tiempo que los científicos confirmen que la práctica regular de mindfulness ayuda a retardar el envejecimiento celular.
Evidentemente, es imposible frenar el paso del tiempo o evitar el avance de los años. Tampoco es factible vivir sin estrés alguno. Sin embargo, sí es posible manejar mejor el estrés y recuperarse más rápidamente de situaciones estresantes. Mindfulness es una herramienta fundamental para lograrlo.
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